Querida Mara, te saludo desde el corazón

Pereira, Colombia, septiembre 19 de 2019

Querida Mara, te saludo desde el corazón y te envío un abrazo enorme.  

No pude incluir en esta carta el poder enviársela a muchas más, pero te elegí a ti gran amiga ya que hemos compartido tantas cosas, alegrías, tristezas, felicidades, logros, despechos, peligros, miedos y muchas cosas más en este momento de mi vida.  Me imagino que en este momento estás muy confusa y estarás preguntándote, qué le pasa a Yelis que me envía esta carta.  

Bueno te cuento, fui a un lugar hermoso, pero más allá de eso eran lo seres especiales que estaban allí, conspirando para darme un tesoro que me cambiaría la vida y no sólo eso amiga, ahí no empieza, ni termina.  Era algo que no sabía que estaba ahí en mis narices, sabes muy bien como soy de apasionada, entregada, aceleradas y pare de contar, ja, ja, ja.

Llegué y sabes ¿que es lo primero que recibí?  Abrazos y sabes que siempre las abrazo a todas, pero este abrazo no era cualquier abrazo era una recarga de amor, mi corazón amiga se puso aguadito y quebrantado, no sabes, ni madre me ha abrazado de esa forma.  Sólo una persona, mi abuela, tú sabes como ella, me amaba.  Por un segundo se fue todo, se paralizó todo, ufff, fue mágico y fuerte, luego estos seres mágicos hicieron cosas importantes y simples y ese discurso que tenía de líder y de mí militancia mágicamente y no sé cómo se esfumó hermana.

No entendía nada qué pasaba y decía:  bueno y que vine a hacer a esta vaina, vine a ponerme en evidencia y llorar a demostrar mis miedos y debilidades, uhhhhhmmmmm, uhmmmm.  El segundo día hice una terapia que hizo que sacara todo ese dolor que tenía muy adentro.  Tu sabes más que nadie, todo lo que me ha sucedido y me dije, bueno, esto que me entregue, no quiere decir nada e inicie el principio de mi recuperación y sanación de mi vida.  

Mamacita, por fin alguien pensó en mí y que rara me sentí, no sabes, pero en ese momento, sólo yo era la prioridad, sabes es muy difícil abrir los ojos y después de cargar con tanto.  Luego fui una segunda vez invitada a este lugar mágico, mi corazón saltaba de alegría, mi espíritu, cantaba, algo pasaba dentro de mí, algo más fuerte que yo y mi razonamiento.

Llegué y la misma historia abrazos y afectos y saber gratis a cambio de nada.  No tenía que dar mis conocimientos, mi poder de convocatoria nada, era otra luz sólo yo.  Trabajaba mi yo, cuantos años sin saberlo, desde los 11 años que me fui a vivir con mamás, la cosa es que este segundo viaje amiga cambio mis pensamientos había una prioridad que era resguardarme, tu sabes, lo que pasaba.  

Pero pude ver con claridad que yo tenía una alarma encendida que ya no se apagaría.

Agradezco al universo por esos seres que me ayudaron a ver esa simpleza que me salvaría, mi alma está en paz.  Me preguntaban ¿que tenía? Y es que soy libre estoy amándome y eso no puedo dejar de decirlo, te quiero, cuenta conmigo.

Te envío esta carta descubre aquí todo lo esperanzador del ser.

Con amor, 

Yelis Gon

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